Los humanos están entrelazados con la naturaleza. No solo nos rodea, también nos nutre y recuerda que no somos tan autónomos.
La consciencia, cuando se libera de las barreras cognitivas, puede abrirnos un mundo de posibilidades infinitas.
El cuerpo humanos es una colección de errores genéticos. Muchos inofensivos, algunos malos y unos pocos pueden ser buenos.